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La historia de Bonfio se entrelaza con la historia de la moda, acompañando la evolución del setor textil brasileño y también del escenario mundial.
Fundada por los hermanos Emílio y Georges Bonduki, la distribuidora de hilos, telas y accesorios abrió en la década de 40 como una revendedora, en la calle 25 de Março en São Paulo. Con el creciente desarrollo de la época en la región considerada como un centro mayorista y textil de la capital, la Bonduki, como era conocida por los clientes, se consolidó por la calidad y variedad de los productos ofrecidos.
Los principales elementos vendidos fueron Hilos de Rayón, los hilos de algodón, respondiendo a las necesidades de la moda marcada por las mangas anchas, silueta estrecha y cintura súper definida.
Las faldas generalmente solían ser rectas con pliegues invertidas para facilitar el movimiento. Una época donde reinaba la elegancia dejada de lado en tiempos de guerra, con el diseñador Christian Dior como gran nombre. Sus producciones fueron y siguen siendo hasta hoy, una gran fuente de inspiración.
Además, fue la escasez acelerada provocada en el período de la II Guerra Mundial que lo contribuyó al deseo de los emprendedores de fabricar sus proprios productos y expandir aún más el negocio. Movimiento que tiene lugar en los años siguientes.
Década de 1950:
Para atender la necesidad creciente de grandes confecciones y accesorios de todo el Brasil, los hermanos instalam, en 1950, una pequeña fábrica de hilos en el barrio de Brás, con la compra de la primera maquina LEESONA, empezando el proceso de industrialización. Desde allí, los productos van directamente a abastecer los estantes de las tiendas.
Marcada por la década de los años dorados, la moda se caracterizó por el glamour y la elegancia. Los vestidos redondeados y bien marcados en la cintura, acompañados de muchos complementos, fueron la gran tendencia.
La segunda mitad de la década define el inicio de la fase industrial brasileña en un proceso acelerado, con énfasis en los sectores más dinámicos y no tradicionales. Por influencia, el setor textil empieza a sufrir grandes transformaciones y BONFIO por supuesto, sigue este movimiento.
En la decada de 60, debido al gran desarrollo del polo textil de Americana, la empresa instaló una nueva unidad en la ciudad, que ya se perfilaba como el mayor centro de producción y distribución textil de la América del Sur.
El gran énfasis de este período fueron los hilos de poliéster, de nailon y los hilos de Rayón para bordar. Los productos dieron un acabado noble y de gran calidad a los vestidos que fueron la gran marca de la epoca, llenos de estampados geométricos, florales y tie dye.
La rotura de normas y liberdad de elección son palabras-claves para entender la moda de la geración “baby boomers”, donde la ropa demostraba el estado de ánimo. En la indumentaria femenina, la mini falda se destacó. Por primera vez en la historia de la moda, los jóvenes ya no se visten más como sus padres. Y más una vez, nuestros productos brillaron en las producciones.
Después del fallecimiento de uno de los fundadores, la unidad de Brás se convierte en almacén. Y la empresa comienza a invertir en la planta de Americana para comenzar a producir hilos de poliéster y poliamida, que reemplazarían los hilos de algodón y Rayón. Con toda esta revolución en el sector, a BONDUKI BONFIO sigue evolucionando y comienza a adoptar la marca BONFIO, adquiriendo maquinaria moderna. Capaz de producir hilos e hilados del más alto estándar de calidad y variedad, en poco tiempo se convierte en líder del sector en el país.
Es un momento de crecimiento extremamente acelerado en el mercado con el inicio de la producción de hilos de poliéster en Brasil. Acompañando la moda de los años 70 con hilos de poliéster y poliamida texturizado, la empresa se convierte en referencia en costura overlock y se destaca como proveedora. Con un visual hippie, los pantalones de campana y los vestidos románticos ganan las calles.
Al mismo tiempo, camisetas grafiteadas, ropa de cuero negro, botas y alfileres dejaron de ser la exclusividad de los punks y el estilo glam rock se convirtió en el preferido. Nombres como Calvin Klein, Giorgio Armani y Ralph Lauren contribuyeron a la internacionalización de la moda, mientras que las mujeres profesionales buscaban un vestuario más conciso.
En 1988, con la producción creciendo rápidamente en la subsidiaria de Americana, la marca unificó la producción de hilos para servir mejor. Se instaló en un nuevo predio, con 4.200 m², en la calle Agenor Faion, en Vila Bertini, donde se encuentra hasta el día de hoy.
Es en la decada de 80 que las conicaleiras Lessonas, són reemplazadas por SCHWEITER, si transformando en SSM – Scharer, Schweiter e Metler. Neste período, también fueran lanzadas los hilos BONFIO RETA hechas de Poliéster Hilado, utilizadas en prendas súper extravagantes caracterizadas por blazers con hombreras y suéteres.
Definitivamente, esta es la década de la exageración, donde consumir piezas de grandes diseñadores y marcas hizo cabeza a los jóvenes. En el mundo, el cambio de actitud con énfasis en un glamour más adulto se vuelve fundamental para la creación de imperios como de Giorgio Armani. Y la ostentación llegava hasta los accesorios utilizado por las grandes actrices.
Toda essa diversidad llega hasta los años 90, donde diferentes composiciones y estilos vivieran en harmonia. Gafas redondas, vaqueros rotos, pantalones de cintura alta e camisa ajedrez convertirse en los looks más usados por las celebridades.
Los años 2000 consolidan la participación de BONFIO no mercado. La emplea participa por la primera vez de una feria internacional, a Colombiatex, en Medellin. Y las novedades no se acaban ahí! Es en esta década que BONFIO lanza el hilo BONFIO CLASSE A, poly – poly Core Spun. Un producto que se convertiría en uno de los principales de la marca en los años siguientes.
Encaje, seda, raso y algodón eran las telas que más destacaron, marcadas por una generación que amaba los jeans de cintura baja, candy colors, los bordados y los abalorios.
Continuando con el plan de expansión, em 2003, la empresa implantó una torcedora de hilo en Três Lagoas, no Mato Grosso do Sul. Y en 2005, sucede la firma de la Joint Venture con a A&E – American& Efird, la mayor fábrica de hilos de los Estados Unidos.
Empezamos la decada produciendo localmente líneas retardantes de llama con Certificación UL (Underwriters Laboratories) y un sistema de lubrificación desarrollado en USA. Con eso,
BONFIO se convierte en una de las empresas brasileñas aprobadas por Mesdan (líder mundial en la fabricación de Splicers y equipo de laboratorio textil), garantizando calidad y alta tecnología en sus productos.
Con la conquista de los derechos y las grandes revoluciones, la libertad se apodera del espacio, incluso, en la moda. Las superposiciones, la combinación de diferentes colores y proporciones, las ropas con muchos estampados son una presencia constante en los looks.
Siguiendo las tendencias, BONFIO se destacó con la venta de hilos BONFIO RETA y CLASSE A. Además el lanzamiento del hilo BONFIO RETARDANTE DE LLAMA, 100% meta aramida con fibra DuPont Nomex.
La ampliación de la cartera de BONFIO no se detiene y el periodo es marcado por la adquisición de Qualitextil, especializada en hilos para colchones. Con eso, fueran lanzados los hilos de poliéster de alta tenacidad para acolchoado (TITAN), y los hilos Fortimax.
En 2015, un cambio importante ocurrió con el proceso de teñido trasladado a la ciudad de Brusque, en Santa Catarina, también conocida por ser un importante polo textil.
Ya en 2019, es lanzada el hilo de Retrós, un hilo de algodón egipcio, en la etiqueta 50, específica por coser patchwork y productos para el hogar en general, siendo otro producto diferenciado de BONFIO.
Es a partir de este período que, con una importante contribución de capital, la empresa moderniza la planta de teñido y empieza una nueva etapa de evolución y crecimiento.
Adaptando-se a los nuevos tiempos, la marca pasa por reformulación, modernizando-se y posicionando-se para un nuevo momento.